Las Navidades suelen ser la excusa perfecta para aparcar los entrenamientos y confundir descanso con sedentarismo. Es todo un clásico volver a coger los kilos que tanto esfuerzo nos ha costado perder. Así como, descuidar la buena forma física que habíamos conseguido el resto del año.
¿De verdad estás dispuesto a decir adiós a tus logros? Entrenador a domicilio quiere demostrarte que disfrutar de unas merecidas vacaciones no está reñido con seguir tus entrenamientos. Además, al terminar de leer este post, te darás cuenta de que…
En esta época de excesos, continuar con tus entrenamientos físicos es más importante que en cualquier otra.
“Operación turrón”: a por la quema de excesos
El hecho de que la Navidad nos traiga alimentos que no solemos degustar en otros meses no significa que debamos consumirlos en exceso pero tampoco que no podamos darnos un capricho. Dulces, mariscos o canapés son bienvenidos siempre con mesura y siguiendo con nuestra rutina de ejercicios, pues de lo contrario nos esperarán digestiones pesadas y calorías extra indeseadas.
Otro aspecto a evitar lo máximo posible son las bebidas alcohólicas, cuyo consumo es más habitual en estas fechas de celebración. Ya sabemos que lo ideal sería no beber nada de alcohol, pero si vamos a hacerlo, que sea con moderación al igual que con las bebidas azucaradas, pues no aportan ningún beneficio a nuestro organismo.
Los compromisos familiares y sociales pondrán a prueba nuestra fuerza de voluntad para continuar con una dieta sana y equilibrada, por lo que seguir con el plan de entrenamiento personalizado es la mejor opción para no llevarnos sorpresas al subirnos a la báscula. Ya que comer de más será inevitable, disminuyamos ese potente impacto a base de sentadillas.
Desconectando del caos navideño
Recuperar horas de sueño y descansar son vitales en estas fechas, pero también lo es seguir con tus entrenamientos. El placer que nos aporta la actividad física al liberar endorfinas hace que el estrés acumulado desaparezca, garantizándonos una mens sana para la vuelta al trabajo. Liberar tensiones a través del deporte nos proporciona ese bienestar tan ansiado el resto del año.
Retomar los entrenamientos tras un parón = pereza
La falta de activación y movimiento pasa factura si son muchos los días que decidimos ignorar el ejercicio físico. En menos tiempo del que creemos podemos perder gran parte de la masa muscular y de la fuerza que habíamos conseguido. La capacidad para almacenar grasa aumenta y con ella la pereza para volver a coger tono y forma.
La consecuencia más apreciable de no entrenar en Navidad no serán los cambios corporales, sino la apatía que puede manifestarse al volver a nuestra rutina deportiva. Aprovecha tanta fiesta y tiempo libre para afinar más y compensar los días de trabajo en que no tengas un minuto libre.
Como puedes comprobar, interrumpir tu entrenamiento regular, más allá del merecido descanso, solo aporta desventajas. No te vengas abajo y prepara un plan de choque para estas navidades manteniendo tus buenos hábitos. No valen excusas… ¡nos vemos en las pistas!
Autor: Entrenador a Domicilio
Edición y diseño: La Factoría Creativa